Cuando viene esculpido tu recuerdo
vestido de momia y de destierro
en el albergue caprichoso de mi mente
hay un fuerte olor a rancio… a muerto.
Haz que emerja de tu labio el verso
crea un campamento que acoja un dulce sueño
y amémonos en el vértice escarpado
donde viven la esperanza y el misterio.
Y después seremos rocas, mares, sombras…
efluvios de sonrisas, de armonía, de silencio,
y en la charca de los astros y las hadas
construiremos para siempre nuestro cielo.
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