Aunque no me esperaste y tuve frío
me abrigué con tu manto a mí aferrado
y aguardé sigiloso con mi pluma
pretendiendo dejarte algún legado.
Aunque no me esperaste y de mi cáliz
se vertieron tu calma y mi añoranza,
de mis ojos partieron estrellitas
a crear constelaciones en tu alambra.
Aunque no me esperaste soñadora
te sentí mensajera en mi quimera
y viajamos por el mundo de los sueños
siendo tú mi alegre compañera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario