Esclavo soy del tiempo y del verano,
esclavo de tu sol del mediodía,
mas sé que nunca a mí comprenderás
ni frenarás la sangre de mi herida.
Convergen dos caminos secundarios
me asomo a la ventana de la vida,
y me encuentro con tu luz y mi poesía
que son fruto, de una noche compartida.
= La tarde incierta =
Esta tarde volvió a ser incierta
sembramos recorridos de fatigas,
clavaste tu daga sarracena
y dejaste tupida mi salida.
Esta tarde, al final de la tarde,
vi tu árbol repleto de sonrisas,
tus ojos suplicando mi silencio
y tu rostro rebosante de vida.
Esta tarde hubo color, dolor,
temor, dulzura y armonía.
Esta tarde que apenas hubo sol
llenaste mi casa de alegría.
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