Soy mendigo de tu abrazo
voy sediento de tu beso
y transito por el mundo
tras la huella de tu sueño.
Manantiales, hierba verde,
árboles, flores y hiedra,
custodian ese trayecto
desde mi casa a tu vera.
Que tendrá la tarde
Tendrá la tarde un vestido
una lisonja , un color,
y unas manos prisioneras
que entre sus dedos prendiera
la carta de mi dolor.
Tendrá la tarde abanico,
que agite y burle el capricho
y profane mis sentidos
con su aire embriagador.
Tendrá la tarde un eclipse,
que sea musa y fetiche
que quien lo mire se hechice
y le alivie su pavor.
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